Las copias de seguridad permitirán restaurar la información en caso de pérdidas ocasionadas por fallos de distinta naturaleza que dañan nuestro sistema (incendios, variaciones de la tensión eléctrica, robos). Tanto las grandes organizaciones como los usuarios domésticos deberían hacer copias de seguridad de manera periódica. Las copias de seguridad garantizan la integridad y la disponibilidad de la información.
Los soportes utilizados para realizar copias de seguridad pueden ser varios:
- Cintas magnéticas.
- DVD y CD.
- Lápices de memoria.
- Discos duros portátiles.
- Servidores externos.
Las copias de seguridad se pueden clasificar en:
- Completas.
- Diferenciales.
- Incrementales.
La diferencia entre ellas es si se copian todos los archivos (completas), solamente los archivos creados o modificados desde la última copia completa (diferenciales) o los archivos que se han modificado desde la última copia completa o diferencial (incrementales).
En la imagen se puede ver un ejemplo donde se aprecia la diferencia entre una copia diferencial y otra incremental.
Las copias de seguridad deben hacerse sobre los archivos más importantes del sistema y si se debe elegir, se escogerán aquellos que son más difíciles de reemplazar (archivos de sistema o de configuración).
Hoy en día casi todos los sistemas operativos ofrecen funcionalidades para hacer copias de seguridad pero se sigue cometiendo el error de almacenar la copia de seguridad en el mismo sitio de donde se saca, es decir, se hacen copias de seguridad de archivos y se guardan el mismo disco duro donde se trabaja. Las copias de seguridad deben almacenarse en dispositivos externos que además se puedan destruir una vez clasificadas como inservibles.