Antes del uso de CSS (Cascading Style Sheets), los diseñadores de páginas web debían definir el aspecto de cada elemento dentro de las etiquetas HTML. CSS permite a los desarrolladores Web controlar el estilo y el formato de múltiples etiquetas y páginas Web al mismo tiempo.
Al crear una página web, se utiliza en primer lugar el lenguaje HTML/XHTML para marcar los contenidos, es decir, para designar la función de cada elemento dentro de la página: párrafo, cabecera, texto destacado, etc. Una vez creados los contenidos, se utiliza el lenguaje CSS para definir el formato de cada elemento.
CSS obliga a crear documentos semánticos HTML/XHTML, mejora la accesibilidad del documento, reduce la complejidad de su mantenimiento y permite visualizar el mismo documento en infinidad de dispositivos diferentes.
En 1995, el W3C añadió a su grupo de trabajo de HTML el desarrollo y estandarización de CSS.
CSS 1, se publicó en 1996, es la primera recomendación oficial.
CSS 2, publicada en 1998, es la segunda recomendación oficial.
CSS 3, continúa en desarrollo desde 1998.